El núcleo principal del intercambiador de transporte consiste en un gran anillo circular situado debajo de la gran plaza. El perímetro exterior de este es de uso comercial, y en este primer nivel se encuentran las escaleras y ascensores de acceso a las tres estaciones de metro existentes así como el acceso directo a la estación de autobuses interurbanos del norte de Madrid, también subterránea.

Entre las estaciones discurre un importante túnel en curva de vehículos, prolongación de la gran Avenida de La Castellana en dirección norte-sur. En el centro del intercambiador encontramos las dársenas circulares de los taxis y un patio con escaleras y rampas comunica el intercambiador con el edificio de los Juzgados de la Plaza de Castilla. En los solares disponibles de las esquinas del lado norte de la plaza construimos un edificio de oficinas y un hotel. En las manzanas próximas a la plaza, el proyecto propone nuevas edificaciones para viviendas y oficinas, así como una biblioteca pública en la calle que nos conduce a la estación de ferrocarril Madrid-Chamartín.